Otra más

Por María Irizarry Guzmán

Ilustración por Andrés Miró-Lugo

la noche, tan desinteresada, fue la primera en encontrarte

por más averigüás que tomaron vuelo tras tu pista.

alguna vez te había visto forrada de pascuitas y mariposillas,

pero en estos lares siembran veneno.

te pelaron hasta el tuétano y de tus nervios tejieron su bandera.

nos acostumbramos a contar las tantas con titulares

no me atrevo a abocarte, abacorarte, abombacharte 

— pero — 

todavía haces piruetas sobre las lenguas de todos, ¿lo sabes? 

y tu nombre es como un besito de coco pudriéndose entre sus encías.

ayer eras lechebananera, cosecha perdida. a estas horas, hostia.

¿quién te devoró primero los sesos, las manos, los pasos?

¿acaso fue el mismo que te entrampó el último latido?

aquí está llanito. descansa tranquila. no llegan los tiburones ni las sirenas.

estás cerca, tan cerquita que ni Dios alcanza a (dejar de) verte.

aprende a fluir.

disimulando los ritmos de la que menos sabe,

la marea se peina y se hace los rolos a tu vera

la luna se vomita sobre tus huesos y lo que sumas, se funde en el mangle

hoy eres carne diáfana y voz profanada.

mañana podrías ser perla.