Transformando las experiencias afroperuanas en propuestas literarias con identidad
- afrodescendenciaup
- Nov 7
- 4 min read
Trazan un puente entre Puerto Rico y Perú ante la necesidad de publicar literatura afroperuana que revalorice la cultura negra y la memoria colectiva

Tras siglos de blanqueamiento histórico mediante la representación del pueblo peruano como uno meramente andino, las historias de jóvenes afroperuanas resisten con el apoyo de organizaciones sin fines de lucro como la Editorial El Centro de Desarrollo Étnico (CEDET), AFROLETRAS y Afrocentro Perú que unieron esfuerzos para ofrecer el taller comunitario “Escritura e identidad”, guiado por la escritora Mayra Santos Febres.
“El Perú es uno de los países más racistas de América, donde hay un racismo estructural. La historia oficial no recoge la historia de la población afroperuana”, dijo la comunicadora y directora de CEDET, Lilia Mayorga Balcázar, al explicar una de las razones por las que el país suramericano carece de publicaciones literarias sobre negritud y afrodescendencia.
La también activista planteó que otro obstáculo que impide imaginar las experiencias negras como dignas de publicación radica en que los currículos escolares enseñan la historia negra desde una perspectiva esclavista y no desde las historias de los palenques, quilombos ni la resistencia. Por tanto, se imposibilita la afirmación de la afrodescendencia, pues nadie “quisiera identificarse con la narrativa dominante sobre las personas esclavizadas”. Así, la norma provoca que las personas negras no se sientan “capaces” de pertenecer a espacios literarios y culturales.
Mayorga Balcázar presentó que el compromiso de CEDET por más de 25 años ha sido y seguirá siendo con la promoción y defensa de los derechos humanos de afroperuanxs, ya que esta es la única casa editora que enfoca su trabajo en la escritura afro.
“La presencia de Mayra ha sido un privilegio. Su sensibilidad y experiencia han motivado a muchas chicas a tomar la palabra”, aseguró Mayorga Balcázar al contar la dinámica de los talleres de escritura que se han celebrado el 4, 11 y 18 de octubre y que continuarán el 8, 15 y 22 de noviembre, con un total de seis sábados de seminario dirigidos al grupo de 15 jóvenes afroperuanxs.
El taller pretende ser un espacio de revalorización de la memoria colectiva y de “transformar experiencias de vida [afroperuanas] en propuestas literarias con identidad”, comunicó la coordinadora general de la organización social AFROLETRAS, Rosa Dorival.
AFROLETRAS, al igual que CEDET, apuesta por la lectura y la escritura como una acción de resistencia y fortalecimiento de cultura, específicamente cuando las historias provienen de la juventud afroperuana. De esta forma, rescatan y comparten desde y para la comunidad negra en el Perú, con ganas de abrazar el pasado con miras al futuro: los jóvenes quienes seguirán construyendo la reminiscencia ancestral.
La bibliotecóloga Dorival compartió que la presencia de la investigadora principal del Centro de Investigación y Archivo Digital en Afrodescendencia (Centro PRAFRO) en los talleres de escritura ilustraba el puente entre Perú y Puerto Rico que comparte afrosaberes para generar nuevos pensamientos.
La trayectoria de Santos Febres es conocida por publicaciones exitosas como Sirena Selena vestida de pena (2000), Cualquier miércoles soy tuya (2002), La otra Julia (2024), entre otros textos de carácter ensayístico y académico. No obstante, también se debe reconocer la virtud de la poeta para guiar seminarios de escritura mediante la búsqueda de la identidad, las experiencias y desde la verdad del “yo”.
En enero de 2025, la profesora dirigió el curso “Escritura creativa” en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, con deseos de encontrar otro grupo de escritores emergentes entusiasmades por escribir. En mayo de 2025, Santos Febres formalizó al equipo de estudiantes como el colectivo “Musa paradisiaca”, que organizó una noche de lectura como trabajo final del curso literario. De esta manera, lo que simplemente empezó como un taller en un currículum académico, culminará en una antología que prontamente será publicada.
En cuanto a los talleres literarios en Perú, Santos Febres enfatizó que estos no solo buscan formar autoras afrodescendientes, sino repensar la literatura latinoamericana desde los márgenes, entendiendo la palabra como una herramienta de sanación, memoria y resistencia colectiva. Para la escritora, escribir desde la negritud es también un acto de reconstrucción histórica y de afirmación del ser.
“Ha sido un verdadero taller de investigación literaria práctica que nos está sirviendo muchísimo, a nosotros también y a mí, para pensar cómo ese taller se puede ampliar hacia una participación de escritoras y escritores afrodiaspóricos en toda América Latina que quieran escribir y transformar la manera en que se escribe en español desde nuestra identidad”, expresó Mayra Santos Febres, investigadora principal del Centro PRAFRO.
Ante la constante amenaza de borrar la historia de nuestros antepasados, el poder de la palabra escrita para las generaciones pasadas, actuales y las futuras es que se inmortalizan cuando son oídas y abrazadas en comunidad. No cabe duda que los países que intercambian saberes ancestrales para atender la ancestralidad desde la escritura resisten para permanecer.
Santos Febres concluyó que cada palabra escrita por una persona afrodescendiente “abre un camino para que otra encuentre su voz”, recordando que narrar desde la identidad no solo reivindica la historia, sino que también asegura que la memoria colectiva siga viva en el papel y en la conciencia de quienes leen.
“Ha sido un verdadero taller de investigación literaria práctica que nos está sirviendo muchísimo, a nosotros también y a mí, para pensar cómo ese taller se puede ampliar hacia una participación de escritoras y escritores afrodiaspóricos en toda América Latina que quieran escribir y transformar la manera en que se escribe en español desde nuestra identidad”, expresó Mayra Santos Febres, investigadora principal del Centro PRAFRO.
Ante la constante amenaza de borrar la historia de nuestros antepasados, el poder de la palabra escrita para las generaciones pasadas, actuales y las futuras es que se inmortalizan cuando son oídas y abrazadas en comunidad. No cabe duda que los países que intercambian saberes ancestrales para atender la ancestralidad desde la escritura resisten para permanecer.
Santos Febres concluyó que cada palabra escrita por una persona afrodescendiente “abre un camino para que otra encuentre su voz”, recordando que narrar desde la identidad no solo reivindica la historia, sino que también asegura que la memoria colectiva siga viva en el papel y en la conciencia de quienes leen.

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