El Infame
- afrodescendenciaup
- 22 hours ago
- 2 min read
El infame, le pegan a mi orgullo hasta que se inflame.
Me lo dicen, aunque lo reclame.
Por el resto de mi vida así me llamé:
¡El infame, el infame, el infame!
A veces pienso que el mundo está en contra mío.
Pa’ mí no hay misericordia, no hay paños tibios.
porque soy callejero, creen que vendo kilos
o que creo líos y que no sigo el reglamento establecido.
A la sirena le da por cantar cuando estoy cerca;
por mi piel negra, creen que vendo merca.
Siglo XXI, y hay algunos que no tienen bien puestas las tuercas;
me tratan peor que a Cenicienta.
Desacreditan mis métodos, como a Al Capone;
el de uniforme informa un falso informe de mis posesiones.
Revisan mi abdomen buscando el artefacto,
que, con cuatro libras de presión, mata en un acto.
Cero créditos si cometo una buena acción.
No existen las razas; solo odias mi pigmentación.
Si me apresan, me botan la llave, me hunden la nave.
¿Ya no merezco honor? Me conocen como...
El infame, le pegan a mi orgullo hasta que se inflame.
Me lo dicen, aunque lo reclame.
Por el resto de mi vida así me llamé:
¡El infame, el infame, el infame!
El azul era mi color favorito,
hasta que noté que era lo último que veían los ojitos
de los que huían por su vida, en redadas producidas
por instituciones y por sus clones,
que andan cegados por la rabia, y yo con angustia,
temiendo que a mis amados no veré más nunca.
Encerrado en casa me tienen; si salgo, me detienen.
El barrio: mi hogar y mi prisión... ¡pocos entienden!
Yo sé que siempre habrá uno que otro con poca mente,
que creerá que está arriba de mucha gente;
porque las historias son contadas por los que vencen,
y porque yo no he ganao’, no han escuchao’ la mía.
Y aunque un día le abra mi pecho a un forense,
no dejaré que piensen que mi mente está perdía’.
Soy un estudioso de la vida y de sus defectos;
tengo un pasado crudo y un futuro con proyectos.
Tú, que me llamas vagabundo... ¡escúpeme y dame!
Por nada del mundo dejaré que me proclamen como...
El infame, le pegan a mi orgullo hasta que se inflame.
Me lo dicen, aunque lo reclame.
Por el resto de mi vida así me llamé:
¡El infame, el infame, el infame!


Comments